Silvia Castagnino, Materia y espíritu
Por Fermín Fevre*
En la obra pictórica de Silvia Castagnino se
conjugan diversos aspectos que brindan un gran protagonismo a la materia.
La artista desarrolla los medios expresivos que emplea valiéndose
del óleo, el acrílico, resinas, poliuretano expandido, papel,
cola, tela y diferentes pigmentos.
De tal modo, su creación es múltiple ya que no sólo
elabora una imagen, sino que, para hacerlo, crea los recursos plásticos
necesarios para formularla. Se produce así una simbiosis entre materiales
y soportes que la artista crea y la imagen que, de ese modo, logra.
Es difícil establecer, entonces, que es lo que está primero
y que es lo que va después.
¿ Es la imagen plástica a alcanzar la que determina los medios
necesarios para expresarla o, son éstos los que la condicionan ?
En muchos artistas -y éste parece ser el caso de Silvia Castagnino-,
se produce una suerte de diálogo entre el creador y la materia. A
veces, incluso, se puede plantear una disyuntiva:
¿ el artista trabaja con la materia o contra la materia ? Tanta es
su lucha para extraer de ella sus capacidades expresivas que puede ocurrir
que libre una verdadera batalla para dominarla y malearla.
No hay dudas de que en la obra de esta artista se advierte, antes que nada,
una determinante espiritual que es la que se sitúa en los orígenes
de su creatividad. La simbiosis entre materia y espíritu está
dada, pero gobernada por esa percepción intuitiva de todo creador
que sabe ver -donde los demás no lo ven- un concepto plásticamente
expresable.
En las obrass más recientes, esta artista ha reducido al mínimo
las referencias figurativas, tendiendo hacia una abstracción matérica
que, sin embargo las contiene. Tomemos la serie dedicada a los "muros".
En algunas de estas obras, que incluyen relieves y bajorrelieves, aparecen
manos como impresas en las superficies o dedos aferrados con cierta crispación.
Esos referentes tan sumarios le bastan para crear todo un mensaje simbólico.
Es por eso que las obras pictóricas que la artista crea, valiéndose
de la variedad de técnicas mixtas que emplea tienen una gran densidad
de significaciones, libradas al desarrollo imaginativo del contemplador.
Ese sentido simbólico está cargado de mensajes diversos que
el color, con sus intensidades y texturas se encarga de transmitir. La condición
misteriosa de toda expresión artística se evidencia, siendo
motivo de atracción y seducción tanto táctil como visual.
El lenguaje indirecto del arte pictórico se hace presente en las
obras de la artista, con su voz silenciosa y elocuente.
Fermín Fevre
Buenos Aires, setiembre de 2002.
*Crítico de arte
Ex-Director del Museo Nacional de Bellas Artes
y del Fondo Nacional de las Artes
Miembro de Número de la Academia Nacional de Periodismo
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